Cómo las calderas de biomasa nos acercan a las emisiones cero
La lucha activa para conseguir nuevas medidas contra el cambio climático tiene en las emisiones cero uno de sus objetivos principales
En plena Cumbre Mundial del Clima (COP25) acerca de la lucha contra el cambio climático que se está desarrollando a lo largo de esta semana en la ciudad de Madrid, la búsqueda continua para lograr acercarse definitivamente a un nivel de emisiones cero, siendo este uno de los temas con mayor predominancia en el marco de la actualidad energética.
Emisiones atmosféricas de las calderas de biomasa
Si bien es cierto que cualquier clase de combustión producida para generar energía ocasiona una serie de emisiones atmosféricas, éstas dependen directamente del tipo de combustible, la tecnología empleada y unas condiciones del proceso de combustión que cada vez son más eficientes energéticamente. En el uso de las calderas de biomasa, dado que se utilizan combustibles basados en desechos naturales, dichas emisiones se refieren básicamente a partículas (PM), monóxido de carbono (CO) y compuestos orgánicos volátiles (VOC). Aun así, cabe destacar que los niveles de CO2 emitidos durante el proceso de combustión por un sistema de biomasa son significativamente inferiores a las emisiones emitidas por las calderas de gas y gasoil tradicionales. Por otro lado, algunos consideran al mismo tiempo que las emisiones de CO2 emitidas por las calderas de biomasa son nulas, pues proceden directamente del CO2 que absorbieron las plantas y no son, por este motivo, un elemento nuevo para la atmósfera.
La busca continuada de las emisiones cero
En este sentido se resuelve que la instalación de calderas de biomasa resultan una solución energética de mayor eficiencia con respecto a las instalaciones tradicionales. Además, no solo los sistemas que utilizan biomasa como su fuente de combustible nos acercan a un nivel muy próximos de emisiones cero, sino que además el uso de biomasa colabora directamente con la limpieza del medio natural al emplear sus desechos como combustible, por lo que se reduce al mismo tiempo el riesgo de incendios que desgraciadamente azotan nuestros bosques especialmente en periodos estivales, cuando se registran largos episodios de sequía atribuidos también al cambio climático.
Tanto si se trata de un equipo de calefacción doméstica o una instalación industrial de máxima potencia, la biomasa es actualmente el combustible con el nivel de emisiones atmosféricas más reducido. Es por ello que ante la ingente necesidad para la toma de medidas urgentes y luchar contra el cambio climático, la instalación de calderas de biomasa resulta un solución energética relevante que debe estar presente para su consideración en las grandes industrias y con ello luchar de manera conjunta para alcanzar un nivel próximo de emisiones cero.
Beneficios de la biomasa para luchar contra el cambio climático
Ante la apremiante situación actual de crisis climática en la que nos encontramos como sociedad, es de extrema urgencia que los diferentes actores de la industria tomen también medidas extraordinarias para conseguir reducir sus emisiones atmosféricas. La utilización de biomasa como combustible sostenible puede reportar una serie de beneficios para reducir drásticamente las emisiones y en un futuro conseguir revertir alguna de las consecuencias del cambio climático que a día de hoy estamos experimentando en tantísimas partes del mundo:
- Drástica disminución de emisiones atmosféricas.
- Menores emisiones de CO2, neutralizando el efecto invernadero.
- Mayor protección del medio natural ante los incendios.
- Reducción de los peligros derivados del escape de gases tóxicos y combustibles altamente contaminantes.
- Aprovechamiento eficiente de residuos orgánicos agrícolas y forestales.
- Empleo de tierras inutilizadas para cultivos energéticos.
- Mayor independencia de las fluctuaciones de precios de combustibles importados.
- Mejora socioeconómica de áreas rurales y agrícolas.
En un momento tan crucial como el presente en materia de emergencia climática, la gravedad de la situación ha llevado a la celebración de una Cumbre Mundial del Clima en Madrid donde se han reunido más de 25.000 representantes provenientes de 200 países para abordar las consecuencias del cambio climático, alcanzar acuerdos y compromisos entre naciones. Para la industria, la toma de conciencia debe ser ahora más que nunca una responsabilidad y la eficiencia energética para alcanzar un nivel de emisiones cero en la mayor brevedad posible es al mismo tiempo una obligación y una meta posible de alcanzar.