La biomasa puede ahorrar 3.600 millones de euros al año
La biomasa puede ser una herramienta fundamental para abordar los retos de la Transición Ecológica, crear empleo de calidad y dinamizar las zonas rurales. En el presente ya está sólidamente implantada entre las principales fuentes de energía renovables y de cara al futuro está llamada a desempeñar un papel central.
Según el informe “Aportación de la biomasa de nueva generación al sistema eléctrico en el contexto de la transición energética” elaborado por la consultora PwC y presentado por la asociación de empresas de energías renovables APPA Renovables, el uso de la biomasa podría suponer fácilmente un ahorro anual neto de cerca de 3.600 millones de euros para el sistema eléctrico español y las arcas del Estado en forma de cotizaciones a la Seguridad Social, prestaciones por desempleo evitadas, etc.
El estudio de PWC señala que la biomasa, especialmente las centrales de nueva generación, puede suponer importantes ahorros energéticos. Destaca además entre sus puntos fuertes su total gestionabilidad y la capacidad para acercar la generación al punto de consumo.
Precisamente este segundo punto es el que la convierte en un actor clave en el desarrollo económico, social y medioambiental de las zonas rurales, donde se encuentran los recursos biomásicos. Su rol tiene que ser destacado ante los retos que plantean la Transición Justa y el Reto Demográfico.
El tercer país europeo con más recursos de biomasa
España tiene un gran potencial para el desarrollo de la biomasa como fuente de energía. De hecho, es el tercer país europeo con mayor cantidad de recursos biomásicos. Sin embargo, actualmente no está sacando todo el aprovechamiento posible de ellos.
Si se cumplieran todos los objetivos marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, la biomasa generaría alrededor de 10.050 gigavatios hora (GWh) anuales, lo que representaría tan solo un 5,8% del potencial total de esta fuente energética.
A pesar de que estos objetivos son muy conservadores, el informe cifra en 3.600 millones de euros el ahorro anual si se contabilizan costes y beneficios.
Crecimiento constante en España
Desde 2014 a 2019, la potencia total instalada en sistemas de biomasa ha crecido un 9%, hasta los 857 megavatios (MW) de biomasa y 588 MW de residuos renovables. En conjunto suman cerca de 1,5 gigavatios (GW), el 4% de la capacidad renovable total.
En España la biomasa tiene una importancia destacada en la generación de energía térmica, que ha alcanzado los 48 TWh. Aproximadamente el 95% corresponde a consumos en los sectores residencial e industrial.
Un sector para la España vaciada
El desarrollo de la biomasa es una gran fuente de puestos de trabajo en entornos rurales, donde se encuentran los recursos biomásicos que se valorizan en las instalaciones de generación de energía. La biomasa contribuye a fijar la población y dinamizar otros sectores como la agricultura y la ganadería, impulsando la competitividad y el emprendimiento.
El “Balance socioeconómico de las biomasas en España 2017-2021” elaborado por Analistas Financieros Internacionales – AFI para Unión por la Biomasa señalaba que este mismo 2021 se podrían superar los 45.000 empleos asociados a la biomasa.
Menos emisiones, menos incendios
En el apartado medioambiental, el desarrollo de la biomasa sustituye de forma directa el consumo de combustibles fósiles, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuye al aprovechamiento de determinados recursos biomásicos que, de otra forma, serían una fuente de contaminación debido a la combustión indiscriminada de podas agrícolas. También favorece la limpieza de montes y hace disminuir así el riesgo de incendios forestales.