DESCARBONIZACIÓN del sector industrial ¿Riesgos, Oportunidades, Axioma?
A menudo empleamos el término “descarbonización” con la misma frecuencia con la que, años atrás, se abusó de conceptos como Smart City o Industria 4.0, como si el término pudiera abarcar cualquier avance tecnológico en el sector, simplemente añadiendo algún componente de telecomunicaciones. Pero, ¿ocurrirá lo mismo con la descarbonización? ¿O tal vez pasará a la historia como otro fenómeno prometedor que nunca cumplió su potencial, como sucedió con la tan mencionada “digitalización del todo”? Permítanme, no obstante, ser un ingenuo entusiasta y pensar que, esta vez, seremos capaces de avanzar hacia una economía neutra en CO₂. A continuación, exploraremos las claves y algunos casos recientes de éxito de la mano de Termosun.
La situación energética actual permanece surfeando entre altibajos, enfrentándose a desafíos de diversa magnitud, dificultad y riesgo. Si bien estos últimos años han sido difíciles de pronosticar, la mejor conclusión y lección que podemos aprender es sencilla: una industria resiliente debe poner soluciones y remedios antes de alcanzar la situación de enfermedad, en ocasiones terminal para aquellos negocios que no supieron adaptarse. El contexto inevitable al que nos enfrentamos es el de la sostenibilidad y la descarbonización del sector industrial, que se presenta como la única vía de supervivencia en términos de competitividad, sostenibilidad económica y ambiental, así como de impacto positivo a través de la ética empresarial responsable.
Otro aspecto clave a destacar es que las inversiones en materia de descarbonización no pueden ni deben evaluarse únicamente desde la óptica del ROI (un concepto central en las escuelas de negocios más prestigiosas) idealizando escenarios de bonanza económica y energética, los cuales pronosticaban que sobre el año 2018 o 2019 la inversión en calderas de biomasa tendría periodos de retornos superiores a los 10 años.
Podemos afirmarlo con certeza, ya que algunos de nuestros clientes nos han reportado períodos de retorno de tan solo 3 a 4 años en calderas de entre 2.000 y 4.000 kW. Las empresas con una clara vocación hacia la descarbonización están desarrollando planes de inversión y ejecutando acciones en sus infraestructuras, centradas en los importantes y positivos impactos sociales y ambientales. Están sustituyendo el consumo de combustibles fósiles por recursos biogénicos como la biomasa y los subproductos agrícolas y ganaderos, marcando un camino hacia una transición energética más sostenible.
Un gran ejemplo de esta transición industrial hacia la sostenibilidad es el caso de la industria cervecera. La empresa matriz de Estrella Galicia, produce anualmente cerca de 200 millones de litros de cerveza. Para ello, el 75% de su consumo energético es térmico, necesario para procesos de cocción, lavado y envasado. Con la implementación de una caldera biomasa Binder, la empresa asegura un suministro constante de energía térmica mediante el uso de astillas de origen local, un paso clave para la economía circular y el desarrollo rural en Galicia.
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Llegados a este punto, conviene visualizar la pirámide de priorización de las estrategias de descarbonización del sector industrial. Observando la pirámide invertida entendemos que los mayores esfuerzos deben centrarse en aquellas estrategias que generan los impactos positivos más significativos. Por ejemplo, evitar el consumo energético, simplificando e incluso eliminando operaciones que lo requieren, seguido de la reducción del consumo energético mediante, por ejemplo, la implicación de equipos con alta eficiencia energética. El cambio en la sección intermedia de la pirámide, el salto de la economía azul a la economía verde, nos lleva a la sustitución de fuentes fósiles por recursos biogénicos, como sucede con las calderas de biomasa o combustibles sólidos derivados de subproductos energéticos.
Finalmente, en la base de la pirámide encontraremos las soluciones de último recurso para aquellas infraestructuras que no van a poder descarbonizarse. Estas deberán compensar sus emisiones generando alianzas con empresas que impulsen proyectos de secuestro de carbono o incluso compensación a través de créditos de carbono.
En estos cuatro últimos niveles de la pirámide, Termosun está desarrollando tecnologías de recuperación energética y secuestro de CO₂, estableciendo importantes alianzas europeas de la mano de nuestros principales fabricantes situados en Austria, Alemania, Italia y Turquía.
Pero, ¿en qué consiste la descarbonización en términos elementales?
Si profundizamos en el concepto, veremos que centrarse en la descarbonización implica no solo reducir el uso de combustibles fósiles, sino también aprovechar los subproductos de estos combustibles para descarbonizar otros productos. Un ejemplo es el uso de cenizas volantes en la sustitución de puzolanas en la fabricación de cemento tipo Portland (OPC).
Mediante esta primera consideración, nuestro entorno estará progresivamente formado por moléculas de carbono con origen biogénico. Es decir, los recursos naturales serán gestionados de manera sostenible, trazados y sustituidos, eliminando gradualmente el carbono de origen fósil de nuestro entorno de vida.
Por otro lado, la reutilización energética o aprovechamiento del carbono interno es posible gracias a la recuperación térmica de la energía contenida en los subproductos de los procesos de fabricación, ya sean de origen agroindustrial, ganadero u otros.
¿Cómo aborda Termosun cada fase de ingeniería? Desde el relato inicial hasta la conceptualización, ingeniería básica, detalle, fabricación, montaje y puesta en marcha.
En Termosun hemos basado nuestros proyectos de descarbonización en la implementación técnica de claves de ahorro y eficiencia desde la fase de proyecto básico. Esto lo logramos a través de un modelo digital que abarca la caldera, sus periféricos, los consumidores térmicos y la edificación asociada.
La metodología proyectual de Termosun y la calidad técnica de sus calderas suponen una gran mejora en eficiencia gracias a la automatización de procesos productivos y operativos. Esto permite reducir los costes al minimizar errores y optimizar recursos. El uso de BIM puede reducir significativamente los costes del proyecto y enormemente los costes de ejecución de obra e instalaciones.
Otro factor fundamental en las estrategias de descarbonización es el rendimiento de las calderas.
En esta línea, en Termosun desarrollamos proyectos de I+D, orientados a maximizar la capacidad, disponibilidad y rendimiento energético de las calderas que ofrecemos al tejido industrial. Nuestro proyecto de mayor éxito es el denominado 3BD (Biomass Boiler Big Data), creado con el fin de optimizar el rendimiento de las calderas mediante métodos de inteligencia artificial. Este proyecto combina instrumentos específicos, como, por ejemplo, la captura de imágenes del interior del horno con sistemas de Machine Learning y Big Data, permitiendo operar las calderas bajo procesos iterativos avanzados de forma escalable.
En este sentido, los modelos de IA desarrollados han demostrado ser herramientas valiosas para mejorar y mantener la eficiencia operativa de las calderas. La capacidad de monitorear y responder en tiempo real (Modelo Vigilante del Presente) asegura una gestión continua y eficiente. Además, la predicción de problemas futuros (Modelo Vigilante del Futuro) y la capacidad de validar y recomendar correcciones de forma autónoma (Modelos Validador y Recomendador) resaltan el potencial de la IA para optimizar procesos industriales, especialmente en entornos complejos como la gestión operativa y mantenimiento de las calderas industriales.